Tenemos Compañía

¿Lo reconoces?

Desafortunadamente, esta es la verdad: No conocemos la Biblia tanto como deberíamos. Después del domingo o de un servicio inspirador, seguimos con nuestro día, olvidamos la esperanza y nos dirigimos en la dirección opuesta. Entonces, la desesperación, la ira y la ansiedad comienzan a apoderarse de nosotros. Entonces, ¿cómo mantuvieron estos dos hombres su pasión por el Señor?

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